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sábado, 26 de enero de 2013

Un sombrero lleno de cerezas de Oriana Fallaci

Acabo de terminar el libro Un sombrero lleno de cerezas de Oriana Falacci, con ella había tenido encuentros anteriores en mi más tierna juventud a través de Carta  a un niño que no llego a nacer y de Entrevista con la historia, grandes obras que la catapultaron como excelente novelista y periodista. Acabo de leer y no sé que siento si nostalgia, rabia, tristeza o admiración de su majestuosa pluma.

Aunque este era un proyecto suyo desde hacía muchos años lo tomó en serio cuando le diagnosticaron la enfermedad que acabó por matarla, quería escribir la historia de su familia, la historia de los cromosomas que llevaba dentro que y habían permitido que ella pasara por este mundo, claramente lo decía en su libro:

«Yo odio la Muerte. La aborrezco más que al sufrimiento, más que a la maldad, a la estupidez, a todo lo que estropea el milagro y la alegría de haber nacido. Me repugna mirarla, tocarla, olería, y no la entiendo. Quiero decir: no sé resignarme a que sea inevitable, a su legitimidad, a su lógica. No sé rendirme ante el hecho de que para vivir sea preciso morir, que vivir y morir sean dos aspectos de la misma realidad, el uno necesario para el otro, el uno consecuencia del otro. No sé plegarme ante la idea de que la Vida sea un camino hacia la Muerte y nacer una condena a muerte. Y, sin embargo, la acepto».

Pero aún así empezó a escribir la saga que la llevaría a investigar concienzudamente la historia desde 1780, a visitar lugares de casi toda Europa y Norte América, a entrevistar y a curiosear para volver a darles vida a sus antepasados.

Todo iba bien hasta que el 11 de septiembre de 2001, con el atentado a las torres gemelas en Estados Unidos tuvo que hacer un pare para escribir otras tres obras, La rabia y el orgullo, La fuerza de la razón y Oriana Fallaci se entrevista  a sí misma. Y fue así como esos años de dedicación no permitieron que continuara con este, Un sombrero lleno de cerezas y murió el 15 de septiembre de 2006.

Entonces su libro, bastante extenso por demás, queda reducido a la narración de su genealogía desde 1780 hasta 1889, un siglo del que narró la vida de ricos y pobres, campesinos, militares, revolucionarios, prostitutas, jugadores, suicidas, concubinas, hijos ilegítimos, damas distinguidas, aquello que casi todos queremos tapar de nuestras vidas y que se convirtió en una obra póstuma.

¿Pero qué es póstumo cuando entregas tanto, y de alguna manera sigues caminando en medio de esas letras, de esos paisajes y de esas historias donde tus cromosomas bailan y enamoran? Por lo menos yo me enamoré de esta Oriana, me identifiqué, aprendí con ella y la admiré profundamente. Y pienso que tal vez, y podría ser grosera, el mundo no pierde tanto con la muerte, sino que gana mucho con la vida.  

Me maravilló ver la forma natural de asumir su vida en la de sus ancestros que, de hecho, muchos hemos sentido cuando pensamos que seríamos si tuviéramos otro padre u otra madre, pues simple, no seríamos nosotros:

"…en el hecho de que todo individuo existe porque nace de una determinada pareja que, a su vez, ha nacido de dos parejas determinadas, es decir, que si cambia una de esas parejas también varían los cromosomas y ya no se nace más."

¿Qué si recomiendo este libro? Por supuesto. Quien lo lea aprenderá sin duda importantísimos episodios de la historia y además encontrará historias de amor, de lucha, de amor a la patria, de fidelidad y de empeño de las mejores que existan.

Oriana Fallacci

Nació en Florencia Italia el 29 de junio de 1929, creció en una familia sencilla acompañada de sus dos hermanas también periodistas y escritoras, y además de vivir la guerra en la que su familia fue víctima directa, se convirtió en corresponsal de guerra y fue famosa además por entrevistar a grandes personajes.

En 1991 fue diagnosticada con cáncer, momento desde que hizo pocas apariciones para hablar de su enfermedad y se dedicó a escribir.

Sus obras fueron:

·         Los siete pecados capitales de Hollywood (1956)

·         El sexo inútil (1961)

·         Penélope en la guerra (1962)

·         Nada y así sea" (1969)

·         Entrevistas con la historia (1974)

·         Carta a un niño que nunca nació 1975

·         Un hombre (1979)

·         Inshallah (1990)

·         La rabia y el orgullo (2001)

·         La fuerza de la razón (2004)

·         Oriana Fallaci se entrevista a sí misma - El Apocalipsis (2005)

·         Un sombrero lleno de cerezas (2008 póstumo)

Murió en su ciudad natal el 15 de septiembre de 2006.



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